No es culpa del fútbol

Hace menos de una hora que un partido de juveniles de primer nivel, Real Murcia Torrellano, se ha suspendido por una pelea en la que se han visto implicados padres, aficionados y jugadores de ambos equipos.

Es cierto que todo empezó con brusquedades en el tereno de juego y el colegiado no supo frenarlas, pero el problema no es el fútbol. El problema está en la falta de educación.

Porque no podemos culpar a la tesión de un partido de juveniles de que gente adulta acabe a golpes por nada y dando una imagen triste de ellos mismos al resto de seres- estos sí humanos- que miran incrédulos el reparto de insultos, golpes y vejaciones.

Muchos padres pretenden que sus hijos sean Messis antes de tener dientes y ya en alevines les jalean, les presionan a ellos, a sus entrenadores, insultan a los árbitros alentando actitudes propias de profesionales de esto que se juegan miles de millones cuando solo debería preocuparse de que sus hijos disfrutaran del deporte sin mayores pretensiones.

Eso es educación, su ausencia, acaba como lo del partido de hoy con la policía en el terreno de juego.